Dios construye, no destruye
Estando soltera, tomé la decisión de llenar mi mente con verdad. Era la única manera de mantener mi fe viva, mis emociones estables y poder resistir la oposición (y/o la tentación).
Sin duda alguna la fuente de toda verdad es la Biblia, sin embargo, otros libros me ayudaron a comprender mejor ciertos temas.
Estaba hojeando uno de esos libros y encontré algo que quiero compartir contigo hoy:
"Soy perfectamente feliz de que Dios haga cosas que no puedo entender. Anhelo alegremente que Dios pilote el avión en mi lugar, que accione la máquina por mí, que gestione mi vida en mi lugar, que haga planes para mí...porque sabe cómo hacerlo y yo no. Él tiene el poder y yo no
...Nunca debemos apoyarnos en nada...no intentamos adivinar nada...no intentes explicar los caminos de Dios.
...porque esos caminos están por encima de tu capacidad de entendimiento.
Cuando recordamos que todo lo que Dios hace lo hace de una manera totalmente sabia, de modo que no haya error posible, nos sobreviene una paz inmensa en el corazón, y crecemos y nos fortalecemos espiritualmente. Él es perfectamente justo, de modo que no hay injusticia posible. Es perfectamente fuerte, de modo que la debilidad y el fracaso son imposibles. Debemos tomar esto como el fundamento sobre el que edifiquemos...Dios es nuestra roca.
Dios, siendo infinitamente sabio, tiene un plan para nosotros. Dios lleva a cabo ese plan con una bondad perfecta. No hay ni el más mínimo rastro de malicia; todo se lleva a cabo con una bondad perfecta.
Dios quiere que crezcamos. Quiere que nos desarrollemos y maduremos. Somos edificios que se van levantando.
Un niño criado en la guardería hasta los 21 años no sería perfecto...Podría ser fuerte, sano y vigoroso, pero estaría muy lejos de ser un hombre. Sería blando como un pastelito de crema. Imagínate enviarlo al ejército o a la Marina. Moriría antes de la medianoche. Debes contar con algo más que un simple crecimiento; necesitas pasar por pruebas que te lleven a la perfección (madurez interna).
Hay algunas imperfecciones que no perderás a menos que sufras. Nunca conocerás algunas verdades hasta que hayas padecido en tu corazón, en tu cuerpo o en ambos.
Algunos piensan que el cristianismo es un patio de juegos. Se equivocan. No es un patio de recreo, sino un campo de batalla. Es un campo donde los hombres trabajan y un campo de batalla donde luchan...Pero gracias a Dios hay gracia, mucha gracia...y Él nunca permite que nadie sufra o sea tentado más allá de lo que es capaz de soportar.
Recuerda que a Dios no le avergüenza sufrir. Y no se avergüenza de ti...Puede que hagas muecas de dolor, que gimotees y te sientas avergonzado, pero Él no se avergüenza de ti. Él sabe por lo que estás pasando.
Debemos descansar en la fidelidad de Dios y pensar que todas las cosas que están ante nosotros obrarán para nuestro bien. Esta es la fe que se eleva por encima de todo lo demás y nunca se detiene.
Mi búsqueda de Dios debe trascender la razón humana...
La mirada del alma siempre debe centrarse en Dios"
(Libro "Una fe incómoda"- Espera que Dios altere tu vida - de A. W. Tozer. Capítulo 3)
Comparto contigo cómo apliqué esto a mi vida en ese entonces:
1.- Aunque no entienda la razón por la cual sigo soltera, confío en que Dios tiene un plan con esto.
2.- No trato de adivinar razones o buscar explicaciones para mi situación. Confío en que Él es perfectamente bueno, justo, fiel y me ama. Tampoco me justifico ante nadie. Sencillamente respondo que mi Dios es bueno, me ama y sabe lo que es mejor para mí. Mi alma se centra en Él.
3.- Ahora estoy segura de que no quiero formar una familia que no esté fundada sobre la Roca.
4.- Esta soltería prolongada ha revelado cosas de mi corazón que de otra manera no habría conocido y permitido que el Espíritu Santo sanara. (temores, rechazo, ídolos, mentiras, etc.). Está siendo un proceso hacia la madurez extraordinario.
5.- No tengo de qué avergonzarme. Porque Dios no se avergüenza de mí. Al contrario, le agrada que abrace esta etapa con sabiduría y fe.
6.- Sé que estos años y todo lo que estoy atravesando obrarán para mi bien y para el bien de otros.
7.- El Señor me da la gracia para resistir los momentos de soledad y la espera del anhelo de mi corazón.
Señor, ayúdame por favor; mi deseo de casarme es mayor que mi deseo de ser como Tú.
Ayúdame, porque no quiero de dejar de desear esa bendición; la quiero...
Pero quiero amarte y desearte más a ti
Porque todas somos edificios que se van levantando, y los procesos (con sus risas y lágrimas) son necesarios.
Dios te bendiga




Comentarios
Publicar un comentario