De "relación de consumo"...a "relación de pacto"

No deseo generalizar, tal vez tú hayas tenido otra experiencia en tu caminar cristiano, pero en lo personal el tema del sexo se me planteó como algo que no podía experimentar fuera del matrimonio porque es pecado y como soltera sabía que debía abstenerme de las relaciones sexuales, pero la verdad es que no comprendía bien el porqué.

Dimensionar la belleza del plan de Dios para el sexo, primero: me abrió los ojos a mi pecado; segundo: me llevó a anhelar el diseño del Señor; tercero: me ayudó a alejar la tentación y a valorar la pureza.
Sabes? Cuando el Señor te dice, “espera hasta el matrimonio”, no te está restringiendo de algo bueno, te está protegiendo de algo malo.

Se tiene el concepto errado de que el cristianismo tiene una perspectiva negativa acerca del sexo, cuando la realidad es que la visión bíblica del sexo es maravillosa. Sí, es muy diferente a lo que la cultura promulga, porque es infinitamente mejor.

La cultura promueve una relación de consumo que podría describirse así: “Tenemos una relación, pero más vale que te ajustes a mí, porque si no suples mi necesidad estoy fuera, porque mis necesidades son más importantes que la relación. Una relación de consumo dice: “Te ajustas a mí, o estoy fuera de esto”.

El Señor creó el sexo, no para ser un bien de consumo, sino para ser disfrutado dentro de una relación de pacto. El pacto crea una relación mucho más amorosa e íntima que una mera relación legal y al mismo tiempo genera mucho más unidad y durabilidad que una simple relación emocional. Una relación de pacto dice: “Voy a ajustarme a ti porque he hecho una promesa y la relación es más importante que mis necesidades”.

Cuando entras en una relación de pacto con un hombre, ocurren tres cosas:

1. Finalmente tienes una zona de seguridad donde puedes ser tú misma. En la relación de consumo estás siempre haciendo marketing, siempre te estás vendiendo. Tienes que demostrar algo. Tienes que llenar las necesidades del otro o estás fuera. Pero en una relación de matrimonio, de pacto, finalmente tienes una zona de segura donde dejas de disimular, puedes dar a conocer tus inseguridades y ser tú misma.

2.- En una relación de pacto tú te comprometes con ese hombre y ese compromiso se mantiene a pesar de que tus emociones puedan fluctuar en algún momento. E, irónicamente eso provoca que sentimientos más profundos broten y crezcan entre ustedes.

3.- En la relación de pacto hay libertad. Porque uno dice: “No espero que tú te ajustes a mí, yo me ajusto a ti porque la relación es más importante que mis sentimientos y mis necesidades”. Cuando dos personas hacen esto juntas, tienes un lugar para ser tú misma, ¡tienes libertad!

Además, en el pacto tú has hecho una promesa, y el sexo se convierte en un símbolo externo de una realidad invisible. Por eso es tan significativo. Es un acto externo por medio del cual tú estás afirmando el compromiso de todo tu ser, te estás entregando a ti misma. Cuando en el matrimonio una se desnuda físicamente y se hace vulnerable ante el esposo, esto es un símbolo de lo que has hecho con tu vida entera.

Esa es la razón por la cual la Biblia enseña que el sexo fuera del matrimonio es malo. Porque carece de integridad. Es hacer con tu cuerpo lo que no estás haciendo con tu vida. Es decir: “Vamos a ser físicamente vulnerables, vamos a revelarnos físicamente, pero sin que exista una vulnerabilidad de toda nuestra vida, de todas las áreas de nuestra vida”.

Cuando usas el sexo fuera del matrimonio estás diciendo: “me encanta el sentimiento que recibo cuando estoy contigo” Tú estás tomando algo, no estás dando. Estás recibiendo algo y lo estás reteniendo para ti. Estás recibiendo y no dando. Y esto también se aplica al consumo de pornografía y la masturbación, porque estás usando el sexo como algo para ti, un bien de consumo por excelencia.

Muchas hemos experimentado la confusión, el dolor, la culpa y la ansiedad que genera el haber entrado en una relación de consumo. O en una relación donde tú estás en un “modo de pensar de pacto” y el hombre está en “modo de pensar consumo”. Mira...por algo el Señor nos dice “No se asocien íntimamente con los que son incrédulos...¿Cómo puede la luz vivir con las tinieblas?” (2 Corintios 6:14)

Recuerda que tu Padre sólo tiene en mente tu protección.


Observa la belleza del diseño de Dios...

Cuando tienes sexo dentro del matrimonio, el acto sexual se convierte en una ceremonia de renovación del pacto, una manera continua de comprometerse una y otra vez el uno con el otro, te estás entregando de nuevo todo el tiempo y eso te lleva a profundizar la relación de una manera increíble, de afirmarse y nutrirse mutuamente. Cuando usas el sexo dentro del matrimonio tú le estás diciendo a la otra persona: “yo te pertenezco completa y exclusivamente a ti. Te estoy dando mi cuerpo como muestra de cómo te he entregado mi vida, me estoy abriendo a ti físicamente como una muestra de que me he abierto mi vida a ti en todas las otras formas”. Y entonces el sexo se convierte en algo que profundiza y nutre la relación.

Hermana, esto es glorioso, y mi deseo es que tú esperes por esto. Y si tú estás luchando en el área sexual en tu vida, te animo a que empieces a meditar en la belleza del diseño de Dios para el sexo. Creo que muchas de nosotras creímos la mentira de que Dios nos restringe de algo bueno, cuando en realidad nos está protegiendo de algo malo. Y es muy poderoso meditar en el atractivo y la hermosura del sexo en el contexto correcto, y no dejarse inundar por el pensamiento cultural, por el engaño que abunda en cada serie de televisión, en las redes sociales, en las conversaciones con amigas que no conocen a Cristo...etc. Mira, este es tema para otro escrito, pero si tú llenas tu mente con todo lo que nos rodea y no la renuevas con la Palabra de Dios, es imposible que puedas tener una concepción correcta del sexo y que puedas mantenerte libre y pura. TODO lo que nos rodea grita lo contrario al diseño de Dios. Y lee esto con atención:

No existen mentiras inofensivas” (Nancy DeMoss Wolgemuth)

Las mentiras que ves y oyes generan algo en tu interior.

Y hablando de mentiras...
Creer que no puedes ser una persona completa y tener una vida feliz sin sexo es creer una mentira. No creas lo que dice la cultura.

Cuando Jesús habló con la mujer samaritana en el pozo (te animo a que leas esta preciosa historia en Juan 4: 1-26), Él dijo: “tengo un agua que si la bebes, no volverás a tener sed”. En otras palabras: Yo puedo satisfacer tus necesidades más profundas, esos deseos y necesidades incompletos, yo puedo satisfacerlos. Y ella le dijo: “Señor, dame esa agua”, ¿y recuerdas lo que el Señor le dijo? “Trae a tu marido”. Ella le respondió. “Señor, yo no tengo marido”. Y Él le dijo… “no, tú has tenido cinco maridos y con el que vives ahora no es tu marido”. ¿Por qué el Señor le habló de su vida sexual desordenada? Porque Él básicamente le estaba diciendo:  "Has estado buscando en los brazos de un hombre el tipo de profunda consolación, amor y proximidad que solamente yo puedo darte"

Podremos ser solteras plenas cuando Jesús es el esposo de nuestras almas. 

Podremos estar bien casadas y tener matrimonios saludables si Jesús es el esposo de nuestras almas y su amor es la cosa más importante en nuestra vida.

Mi oración es que tus ojos se abran a la belleza del diseño de Dios y que tu corazón se afirme en la voluntad del Señor para tu sexualidad.

Espera por lo mejor del Señor para tu vida

                                            Dios te bendiga


*Mucho de lo compartido hoy fue extraído de la prédica,"Love and Lust" (Amor y lujuria), de Timothy Keller, cuyo link comparto. El material está en inglés. Si hablas inglés, te animo a que la escuches.
https://www.youtube.com/results?search_query=Tim+Keller+love+and+lost

*Lectura recomendada: Libro "Pasión y Pureza" Cómo poner nuestra vida amorosa bajo la autoridad de Cristo, de Elisabeth Elliot.



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