Importante para él
“El amor sea sin fingimiento…” “Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente” (Romanos 12:9-10) (RV-NTV)
Que fuerza poderosa es el amor. El amor genuino no es algo que abunde en nuestro mundo, y cuando lo experimentas te conquista, te cautiva, genera lealtad y entrega.
Me puse a meditar en cómo se ve el amor sincero de manera práctica. Una de las primeras cosas que me vino a la mente fue el versículo de 1 Corintios 13:4-7:
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
Es una descripción tan bella del amor verdadero. Pero al mismo tiempo pensaba: ¿Cómo se evidencia esto en la vida de una persona? ¿Cómo saber que alguien te ama? ¿Cómo se tradujo esto en mi relación con Pablo desde que nos conocimos hasta hoy?
No pretendo dar una respuesta exhaustiva sobre un tema tan profundo y amplio, ni mucho menos pretender que lo nuestro fue o es un amor perfecto, porque definitivamente no lo es. Pero creo que una conclusión a la que llegué luego de reflexionar es que, alguien te ama bien cuando verdaderamente sabes que eres importante para esa persona. Y no me refiero a que te hagan sentir importante para conseguir algo o seducirte (eso es egoísmo), sino a un trato sincero donde ese hombre demuestra que tú eres valiosa para él, y donde lo que para ti es importante pasa a tener importancia para él también.
Le interesa tu bienestar
Le importa tu familia
Valora a tus amigos
Empieza a practicar amar lo que tú amas. Y lo hace de manera genuina.
Al menos esa fue una señal muy hermosa para mí de que este hombre era especial y la voluntad del Señor para mi vida.
¿Y qué mejor ejemplo de cómo amar, que la manera de conducirse del Señor cuando estuvo aquí en la tierra? Él demostró que cada persona era importante para él. Pasó intencionalmente por Samaria para encontrarse con una mujer en profunda necesidad (Juan 4), se acercó hasta el estanque de Betesda para sanar a un paralítico (Juan 5), camino a la casa de un influyente líder judío se detuvo porque una mujer había tocado su manto (Lucas 8:40-48). Él se tomaba su tiempo con las personas, en verdad las valoraba, se desgastaba por ellas, no buscaba lo suyo sino todo lo contrario, hasta el punto de entregar su vida en la cruz. Así de importantes somos para Jesús. Y ese es un rasgo esencial del amor verdadero.
Creo que un hombre demuestra que eres importante para él cuando deja su comodidad, te busca, avanza, persevera y permanece aunque se presenten conflictos u oposición. Y cuando percibes que realmente eres valiosa en el corazón de un hombre, eso conquista el tuyo.
Notar esto, que de verdad le importas, creo que es un buen filtro para distinguir si hay material para una relación de pacto, o no pasa de una relación de consumo.
“Maridos, amen a sus mujeres así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25)
Este es el estándar bíblico... ¿una utopía?
Todo lo que somos llamadas a vivir según la Palabra es una utopía si estuviéramos solas y en nuestras propias fuerzas, pero no es así. Tenemos el Espíritu Santo, al Señor omnipotente, cuya gracia y favor reposan sobre nuestras vidas.
Somos llamadas a elevar nuestro estándar de vida a las Escrituras, no a adaptar la Palabra a nuestras posibilidades o a las ideas de este mundo.
Con esto no estoy diciendo que esperes por un varón perfecto y sin mancha porque solo hubo uno así y ya dio su vida por ti. Pero sí quiero animarte a que no te conformes con alguien por no estar sola, alguien que claramente da señales de que para él, tú no eres importante. No hagas eso.
Recuerda que vales la sangre de Cristo.
Espera por alguien que en verdad te valore tal cual eres.
Dios te bendiga
Comentarios
Publicar un comentario