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Mostrando las entradas de enero, 2023

¿Aún tengo oportunidad?

“Los años desperdiciados pueden ser restaurados por un milagro de amor ¿Les parece una bendición demasiado grande?…” Charles Spurgeon ¿Aún hay oportunidad para mí? Este era un pensamiento recurrente. Había perdido mucho tiempo en mis propios caminos y a veces me atormentaba la idea de “ya es demasiado tarde”. Ahora estaba en Cristo pero había malgastado mis mejores años de juventud lejos de Él. ¿Sabes una cosa? “Sí, esos años desperdiciados por cuya causa suspiramos, nos serán restaurados. Dios puede darnos una gracia tan abundante, que, en lo que resta de nuestros días, podremos acumular un servicio que compense todos aquellos años…” (C. Spurgeon) Me consta que es así. Puedo decirte que el Señor me ha hecho fructificar, me ha levantado y bendecido, me ha restituido de tal forma que no tengo palabras para agradecerle. Él otorga lo inmerecido. Así es nuestro Dios mi hermana, así es nuestro Padre. Y quiero llevarte a la Palabra donde puedes encontrar el fundamento sobre el cual...

¿Tiene Dios el control?

Introducción Que tesoro tan precioso es tener una Biblia en las manos y poder beber de sus verdades. Hay días que su lectura es suave y una cierra el Libro sin que aparentemente haya producido nada en tu interior, pero tiempo después aquello que leíste alguna vez, es el sustento para el momento que te toca vivir. “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié” (Isaías 55:11) Pero también está ese instante en que lees una porción y te “golpea” el espíritu de tal forma que una certeza queda sellada en tu corazón a partir de ese día. De hoy en adelante deseo compartir contigo porciones de la Palabra que fueron oxígeno espiritual en algún momento de mi vida. ¿Realmente Dios tiene el control de lo que me ocurre? Me hice tantas veces esta pregunta en mis años de soltera cuando dudaba si mi situación era fruto de falta de acción de mi parte, o consecuencia de mi vida pasada, o si ...

¡Disfruta el viaje!

  “Dios nos hizo para Él, y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Él” (Agustín de Hipona) Antes de continuar, quisiera cerrar el tema de las relaciones con un breve recuento de lo que creo, son criterios sabios para la elección de un compañero de vida. Espera por: Alguien que haya tenido un encuentro real con Jesús y que se vean los frutos de esa experiencia. Recuerda que a quien busca el reino de Dios y su justicia todas demás cosas le serán añadidas Mateo 6:33). Alguien con quien puedas compartir tiempos de oración genuinos. Alguien a quien en verdad le importes, que te ame bien, que procure tu bienestar. Alguien con quien puedas exponer tu relación a la luz, a personas que te aman y aconsejan; y, proceder en el orden de Dios Sobre todo: Deja que el Señor moldee tus deseos, te guíe en la decisión, obre su perfecta voluntad en tu vida, y mientras esto ocurre…disfruta el viaje… ¡Sí, DISFRUTA EL VIAJE! Este es el corazón del mensaje de hoy. Hace unos ...

Deseos de Dios y actitud de confianza

“...Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada” (Filipenses 2:12-13) Cuando fue el tiempo de Dios de conocer a Pablo, mis perspectivas con respecto a lo que esperaba de un hombre y una relación eran muy distintas a las que alguna vez tuve. El Espíritu Santo había hecho un trabajo en mi interior durante los años que estuve soltera en Cristo, y fue alineando mis deseos, mis gustos, mis preferencias a lo que Él le agradaba y era mejor para mí. La famosa y tan citada porción de Salmos 37: 4 que dice: “Deléitate en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón”, tiene dos partes.  La primera es: deleitarse, poner tu delicia, entregarle a Dios tu amor. La segunda: tus deseos, lo que más deseas, las peticiones de tu corazón. Deleitarse es recrearse, gustar, saborear. Leyendo el Salmo 119: 92, 97,103 me encuentro con esto: “Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido…” “¡Oh cuánto amo yo tu ley!...