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Mostrando las entradas de febrero, 2023

¿Qué te motiva a esperar lo mejor de Dios?

“Naamán, general del ejército del rey de Siria, era muy importante y valioso para su rey...Pero aunque Naamán era un hombre importante y poderoso , sufría de lepra...Entonces Naamán fue con sus caballos y carruajes a donde vivía Eliseo y se quedó esperando afuera de la casa. Eliseo le mandó un mensajero que le dijo: « Anda y lávate en el río Jordán siete veces y se te sanará la piel; quedarás puro y limpio » .  Naamán se enojó y se fue, diciendo: - Pensé que Eliseo saldría y se pararía delante de mí, pediría en el nombre del Señor su Dios y luego pasaría la mano sobre mi cuerpo para sanar la lepra . Los ríos de Damasco, el Abaná y el Farfar son mejores que toda el agua de Israel, ¿por qué no me puedo bañar en aquellos ríos de Damasco y limpiarme ahí?  Naamán se enojó mucho y dio media vuelta para irse.  Pero los siervos de Naamán fueron y le dijeron: - Señor, si el profeta hubiera dicho que hiciera algo muy difícil lo habría hecho, ¿no es cierto? Con más razón ahora que...

"la voluntad de Dios para tu vida"... ¿cómo es?

Generalmente decimos querer la voluntad de Dios para nuestras vidas, pero debemos reconocer que en ocasiones nos inquietamos pensando en Sus posibles planes. En lo íntimo luchamos por soltar el control y decir con sinceridad: "Señor, lo que quieras, cuando quieras y como quieras” Recuerdo algunas de las preocupaciones que se me pasaban por la mente hace algunos años: ¿Y si me da un esposo que no me gusta? ¿Y si me gusta, pero nos envía de misiones a África? ¿Y si es mucho mayor que yo? ¿Y si es mucho menor que yo? ¿Y si desea que le sirva soltera? Las preguntas que nos hacemos pueden cambiar según las circunstancias, pero el problema de raíz es que olvidamos que: Dios es bueno. Comparto contigo la promesa que puso fin a mi intranquilidad en ese entonces y lo sigue haciendo hoy cada vez que la ansiedad se asoma. Se encuentra en el Salmo 16, que es una belleza. Te animo a que lo leas detenidamente y bebas de sus verdades; ahora quiero detenerme en los versículos 5 y ...

La clave para establecer el rumbo de tu vida

“Con toda diligencia guarda tu corazón...” (Proverbios 4:23) ¿Recuerdas la parábola del sembrador? Aquella donde Jesús cuenta que alguien va esparciendo la semilla y esta va cayendo en distintos tipos de suelo. Sus discípulos luego le preguntan el significado y el Señor explica claramente que la semilla es la palabra de Dios, el sembrador es quien la proclama y los distintos tipos de terreno son los diferentes estados en que puede encontrarse un corazón al momento de oír esa palabra. Si eres creyente, como yo, quiere decir que alguna vez nuestros corazones fueron sensibles al Evangelio, creímos y ha dado fruto en nuestras vidas.  Por lo tanto, la mayoría de las veces leemos este texto como algo que ya no se aplica a nosotras. Pero en cierto momento de mi caminar con Cristo comprendí que, siendo ya cristiana, esta parábola se aplica perfectamente. Y deseo compartir esto contigo ¿Cómo está tu corazón hoy para recibir la palabra de Dios con sus promesas, su corrección, su alient...

Tu historia es única

"Tú solo sígueme" (Juan 21:22) Hubo algo que me generó un conflicto interno en su momento. Ver como personas que no tenían en cuenta a Dios en lo más mínimo, prosperaban y disfrutaban de todo lo bueno que la vida puede ofrecer: parejas, bodas, hijos, fiestas, viajes, salud, riqueza, éxito académico y laboral, etc. No sé cómo llamar al sentimiento que eso produjo. ¿Envidia, tal vez? ... En verdad había entregado mi vida a Jesús y no deseaba nada que no viniera de su mano, a su manera y en su tiempo, pero había como un deseo de “justicia” y en lo íntimo me hacía preguntas como esta: «Señor, quiero hacer bien las cosas, estoy comprometida contigo y a tu servicio. Sin embargo, no veo que me vaya mejor que mucha gente que no te tiene en cuenta en su vida y ni en sus decisiones, ¿Por qué?»  Era un cuestionamiento sincero. No deseaba que les fuera mal a esas personas, más bien quería que conocieran al Señor y lo experimentaran en sus vidas. Pero yo tenía un anhelo legítimo de di...