Tierra por conquistar

Es una impresión que tengo (y puedo estar equivocada); pero creo que muchas veces cuando alcanzamos nuestra "tierra prometida", tendemos a olvidarnos de aquellos que aún no han conquistado su porción de terreno. Nos asentamos en nuestro lugar y allí vivimos en nuestro mundo. 

Eso no debe ser así. Lo vemos claramente en el ejemplo que la Palabra nos deja en Números 32 con respecto a la conquista de la tierra prometida.

¿Sabías que hubo dos tribus y media que se asentaron al Este del Jordán? Sí, dos tribus y media de las doce (que iban a heredar tierra) escogieron las tierras al oriente del río, es decir, antes de cruzarlo, las tribus de Rubén, de Gad y media tribu de Manasés se quedaron al otro lado del Jordán (Números 32:5) Consideraron que era una buena porción de tierra para su actividad ganadera y le pidieron a Moisés establecerse allí. Ellos habían hallado su tierra prometida, pero todavía había nueve tribus y media que tenían que pelear por la suya al Oeste del río Jordán. ¿Sabes qué ocurrió? Los hombres de guerra pasaron con sus hermanos, con las tribus restantes al otro lado del río para pelear con ellos hasta que el Señor haya conquistado la tierra para ellos también (Números 32:20.21)

Josué 1:12-15 dice así

"Entonces Josué reunió a la tribu de Rubén, a la tribu de Gad y a la media tribu de Manasés. Les dijo:..."El Señor su Dios les da un lugar de descanso. Él les ha dado esta tierra" Sus esposas, hijos y animales pueden permanecer aquí, en la tierra que Moisés les asignó, al oriente del río Jordán; pero los guerreros fuertes, completamente armados, deben guiar a las otras tribus hasta el otro lado del Jordán para ayudarlas a conquistar su territorio. Quédense con sus hermanos hasta que el Señor les dé descanso a ellos, tal como se lo ha dado a ustedes y hasta que ellos también tomen posesión de la tierra que el Señor su Dios les da"

Estas últimas frases me sacudieron el espíritu.  ¿Cuántas de nosotras nos quedamos con nuestras hermanas hasta ayudarlas a conquistar su territorio? 

No estamos en un desierto ni en una batalla físicamente hablando, pero sí enfrentamos desiertos y batallas de otro tipo a lo largo de nuestras vidas. Y todas hemos conquistado alguna tierra prometida, todas nos hemos asentado en algún área que otras aún están batallando por conquistar. 

¿El Señor te ha dado la conquista y hoy estás en la tierra del consuelo?, puedes pelear con quien está batallando con el luto y dolor. ¿El Señor te ha dado estabilidad laboral? puedes pelear con quien aún no lo consigue. ¿Qué tierra prometida has conquistado en tu vida? Ayuda a tus hermanas a conquistar su territorio también, quédate con ellas hasta que el Señor les haya dado descanso, tal como te lo dio a ti. Quédate con ellas hasta que tomen posesión de la tierra que el Señor su Dios les da. 

Pelea en oración con y por tus hermanas, no descansemos hasta que cada una haya conquistado la tierra prometida en cada área de la vida. De eso se trata ser iglesia, de eso se trata el cuerpo de Cristo. 

Esta es mi corta reflexión de hoy,

Quédate con tus hermanas hasta que ellas también tomen posesión de la tierra que el Señor su Dios les da. 

Todas tenemos tierra por conquistar y nos necesitamos unas a otras en esta batalla de la fe

¡Dios te bendiga!




 

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