Leer entre líneas
“...el corazón del sabio conoce el tiempo y el proceder” (Eclesiastés 8:5 RV 2015)
Esas temporadas en que una está esperando dirección por parte del Señor; el tiempo de transición donde sigues en “lo mismo” un día a la vez con la expectativa de pronto recibir las próximas coordenadas para el siguiente giro de timón en el curso de tu vida, puede ser difícil atravesarlas en paz, armonía y gozo. A menudo nos inquietamos porque nos da la impresión de que nada está pasando.
Oramos por algo, lo entregamos y nos vamos a dormir
Al día siguiente otro día rutinario, ninguna novedad
Al otro día... igual
Una semana después ...nada varió
Un mes, dos meses…
Nada espectacular pasó, todo sigue aparentemente igual
Pero no, no todo sigue igual. Ocurren cosas, muchas cosas. Necesitamos estar atentas y leer entre líneas lo que el Señor está obrando en esos días que parecen llanos.
- Puede que Dios esté despejando tu camino del pecado:
El pecado fragmenta tus pensamientos, te mantiene dividida entre dos mundos y nubla tu mente creando confusión. Está atenta a esas malas actitudes, hábitos o conductas que se hacen más evidentes en este tiempo de transición. Si quieres escuchar la voz de Dios es necesario que limpies tu camino.
Cada uno de esos días donde aparentemente no pasa nada, Dios puede estar queriendo revelarte algo de ti que necesita ser tratado y cambiado por Su gracia. Algo de lo cual necesitas arrepentirte y permitir que el Espíritu Santo cambie en ti.
- Puede que Dios esté despejando tu camino del fuerte deseo:
El Señor quiere conducirte al lugar de neutralidad, donde tus deseos o maneras pierden intensidad y estás dispuesta a decir “Señor, no lo que yo quiera sino lo que tú quieres”. Es bueno que te venza el cansancio (de obstinarte en tu voluntad) y llegues a ese punto de rendición con el Señor.
- Puede que Dios esté ejercitando tu paciencia:
Él quiere que desarrolles el aguante y la firmeza para negarte a hacer algo hasta no tener una dirección clara por parte del Señor.
- Puede que Dios esté enseñándote a mantenerte alerta a las presiones:
Presiones externas: las personas te dirán lo que tienes que hacer y hasta cómo debes pensar. No significa que debas menospreciar el consejo sabio, pero recuerda que nadie te conoce como el Señor y nadie conoce cuáles son Sus planes y propósitos para tu vida.
Presión de las circunstancias: “el tiempo pasa y tengo que tomar una decisión” Recuerda que Dios es el creador y dueño del tiempo, de tu tiempo y de tus días. Si no tienes dirección clara, no te arrojes a nada, no te apresures. No es sensato hacer eso.
Presión interna: ansiedad, miedo a la pérdida, a la desaprobación, al rechazo, a la vergüenza. Si algo de eso es nuestro motor, nuestra motivación para tomar una decisión. ¿Te parece sabio? ¿Te parecen motivaciones que vengan del Espíritu Santo?
- Puede que Dios esté enseñándote a persistir en oración:
Él quiere que estés entrenada en la perseverancia en la oración, que cuando estés pidiendo por algo no lo dejes ir. Oren sin cesar fue la orden de nuestro Capitán (1 Tesalonicenses 5;17).
Conclusión: si estás en una temporada de “espera”, en la transición hasta recibir o ver la dirección clara de la voluntad de Dios, mantente atenta a lo que el Señor está haciendo. En esos días “rutinarios” donde supuestamente no pasa nada, Dios puede estar obrando en tu carácter, en aquellas cosas que ni tú sabías que necesitabas arrepentirte y cambiar, puede estar domando tus deseos y llevándolos al punto de sumisión, puede que te esté entrenando a no ceder a las presiones y permanecer en oración descansando en Sus promesas. Puede estar haciendo todas estas cosas al mismo tiempo.
Solemos repetir tanto la frase “los procesos de Dios”, bueno, de eso se trata. Es el trabajo gradual del Señor. Cuando lees las historias en la Biblia, puedes ver que es su manera de obrar. No sé por qué a veces tenemos esa idea de que todo tiene que ser inmediato. Sí, Dios obra también “de repente”, pero para llegar a esos “de repentes”, hubo un proceso gradual de Dios en esa persona y en las circunstancias.
Hoy vengo a recordarte nuevamente que…
Dios siempre está obrando
¡Dios te bendiga!
* Mucho de lo compartido en este escrito fueron enseñanzas de la prédica "Finding clear guidance" ("encontrando dirección clara") de Charles Stanley. Los principios aprendidos me han acompañado por años. Comparto el link a continuación. No pude encontrar la prédica en español.

Comentarios
Publicar un comentario