Esperanza contra esperanza
¿Alguna vez te encontraste con una actitud pesimista, como “esperando lo peor” de alguna situación? Si es así, bienvenida al club. Hace unos años el Señor señaló esta falla y por primera vez pude ser consciente de esa respuesta casi automática de tender hacia lo desfavorable. Algo empezaba a drenar mi fe, sentía como la angustia iba avanzando y tomando el terreno de mi corazón. Al reflexionar en lo que estaba meditando descubría frases destructivas como: “parece que yo nunca…”, “no veo la posibilidad…”, “es demasiado difícil que…”, “seguro que no…”, “va a ser así siempre…”, “no puedo…”, “esto no va a cambiar...”etc. Días atrás recibí (oportunamente) una enseñanza que hablaba sobre el tema y al examinarme comprendí que había vuelto a caer en lo mismo, y era el motivo por el cual andaba sintiéndome tan abatida y nostálgica en los últimos días. Un estado de “estar dispuesta para lo malo” es vivir en alerta, desconfiada, atormentada e insegura. Esa no es la voluntad de Dios para ...